RESEÑA DE GAMBERROS S. A. , por el escritor, historiador y bloguero ORLANDO RAMÍREZ CASAS -ORCASAS-
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13:10 (Hace 2 horas.)
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Hola, jóvenes:
El médico ginecobstetra Emilio Alberto Restrepo Baena, profesor de Facultad, y ejerciente en el Hospital Manuel Uribe Ángel de Envigado, es escritor nato, innato, por naturaleza. Mucho me temo que si el escribir y publicar libros diera plata y permitiera vivir del oficio (“los que crean eso, es mejor que se bajen de la nube. Bájense todos, menos García Márquez y Vargas Llosa, pero lo que son los demás, ¡Bájense! Ah, William Ospina, usted también se puede quedar…”), digo que mucho me temo que en ese caso el médico hubiera dejado el ejercicio de la medicina para otra vida u otra reencarnación. Claro que los que escriben libros y son profesores universitarios de literatura me van a decir que ellos sí viven de eso, pero me permito decir que ellos no viven de vender libros sino de la docencia. Es ésta la que les permite su jubilación.
Ustedes ya saben quién es él, porque frecuentemente lo menciono o reproduzco alguno de sus correos, pero en este caso voy a referirme a una deuda que tengo con él. Como a todo santo se le llega su día, a esta deuda se le llegó.
RESEÑA DE LECTURA
“GAMBERROS S.A.”
–Historias de pícaros, pillos, y malevos–
Por Emilio Alberto Restrepo Baena
1ª edición, Hilo de Plata Editores, 2016, 200 pp.
Programa de Planeación Local y
Presupuesto Participativo de la
Secretaría de Cultura Ciudadana
del Municipio de Medellín para la
Comuna 16 (Belén)
En la contrasolapa de la carátula se presenta al autor, y allí se relacionan los libros publicados hasta ese momento (cada año transcurrido deben sumársele uno o dos más):
“Textos para pervertir a la juventud”, “Los círculos perpetuos”, “El pabellón de la mandrágora”, “La milonga del bandido”, “Qué me queda de ti, sino el olvido”, “Crónica de un proceso”, “Después de Isabel, el infierno”, “¿Alguien ha visto el entierro de un chino?”, “Joaquín Tornado, detective”, “Un asunto miccional y otros casos de Joaquín Tornado, detective”…
Como vemos, el médico pare libros a la misma velocidad que hace cesáreas o toma laparoscopias ginecológicas avanzadas. En un ya.
El índice o lista de contenido es prolífica en títulos, y cada título es una anécdota vivida o conocida por él, y contada a la manera de cuento para que los protagonistas conserven su anonimato y “cualquier parecido con la realidad sea pura coincidencia”. Allí aparecen, sin mencionar el parentesco directo, algunos primos, amigos, vecinos, profesores y compañeros de Facultad, pacientes, en fin. La gente que habitualmente se cruza por la vida de uno y que el médico va coleccionando y atesorando para sus escritos “porque la realidad suele superar a la ficción”:
Mi primer carrito
Fantasmagoría
Pétalos
Una llamada por cobrar desde el infierno
Entre palmeras, ron y cocacola
Historia de Adriana
Mea culpa
Sin palabras
Al filo de la decadencia
El primo y el timo (fragmento)
B.J.
Queridos muchachos
Intro
El empeliculado
La historia del sancocho
Un televisor full color
Un notario en nuestras garras
El perro
Monopolio
Un tiro por la culata
Detrás de esos títulos se esconde la historia del médico, profesor universitario de Facultad, de cuyas calificaciones dependía el semestre de las alumnas y la carrera de las estudiantes, que era un acosador sexual de miedo…
El primo abogado que con su labia rabulera hizo las veces de comisionista en la compraventa de una propiedad que tenía las escrituras enredadas, y en la comisión de ese delito al autor se le perdieron el capital y los intereses…
Los ladronzuelos a los que se les atravesó en el camino un televisor empacado en su caja original, con todos los fierros como se dice, y ¿Quién desperdicia un papayazo así?...
En fin, cada caso contado por el médico es de antología, con un final de antología, que no tiene desperdicio. Sin lugar a dudas, es un libro muy entretenido.
ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)
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