Sunday, April 09, 2017

¿Es posible hoy en día escribir picaresca? Reseña en la Revista Universidad de Antioquia

¿Es posible hoy en día escribir picaresca?
A propósito del libro GAMBERROS S.A. de Emilio Alberto Restrepo*

Jhon Fredy Vásquez Montoya, Periodista y comunicador.    fredyvasquez9@gmail.com

Publicado en la Revista Universidad de Antioquia 327 Enero-Marzo 2017, pags. 144-146. Se puede leer y descargar en PDF en:





Es muy refrescante cuando en la oferta editorial se encuentran propuestas que plantean algo distinto, que no les temen a los riesgos, que hacen un uso del lenguaje algo temerario en favor del objetivo de contar una historia bien contada, aun sabiendo que se está caminando sobre el límite peligroso de lo popular, de lo procaz o inclusive lo escatológico. Todo en función de narrar por el gusto de hacerlo, por entretener, por regocijarse con el ancestral placer de juntar palabras para deleitarse de ellas y dejar en el lector el sabor cómplice de una experiencia amena y, sobre todo, lúdica. Y eso está bastante escaso hoy en día, pero el libro GAMBERROS S.A., del autor antioqueño Emilio Alberto Restrepo lo logra con total suficiencia.

Cuando se habla del género de la picaresca, nos remontamos al siglo de oro español y evocamos esas narraciones llenas de gracia en donde un ser de menos fortuna antepone la fuerza de su ingenio para enfrentarse a los abusos del poder, para tratar de mejorar un poco su condición social o por lo menos para procurarse la comida del día a día que tan difícilmente el personaje consigue por su condición de marginal, de abandonado de la fortuna, de huérfano o de indigente sin familia y sin ancestros.

El protagonista es un personaje sin recursos, del más bajo estrato social y descendiente de padres abusadores o sustitutos, sin bienes personales o éticos o sumido abiertamente en el bajo mundo o en la delincuencia. Normalmente está sometido al yugo de otro personaje de más abolengo que suele abusar de él. En el planteamiento inicial, hay una relación de dependencia y subyugación muy fuerte y en apariencia difícil de quebrantar, que en el desarrollo usualmente se rompe para permitir la generación de la vindicación del pícaro para conseguir el apabullamiento moral del opresor. Y con eso, la burla y la risa. Y la solidaridad del lector.

Perfilándose más como un   anti héroe   que como un referente,resulta un antagonista al verdadero representante de lo considerado “digno y noble”. Todo en un marco burlesco, de una punzante ironía no exenta de crítica social. En resumen, es una confrontación de poderes, de clases, de formas de lucha, de enfrentamiento del abuso contra el recurso de la astucia en su estado más primitivo y salvaje.

El enorme éxito de esta literatura  entre las clases populares se debía a que era una especie de revancha contra el orden establecido, permitía confrontar al poder o al dinero a través de las travesuras en que los protagonistas sometían a los grandes señorones que terminaban burlados y timados para delicia de unos lectores  que veían con un entusiasmo cómo caían en las redes de estos rufianes que no les dejaban ganar ni una. Era, por así decirlo, su propia reivindicación, su pequeña venganza.

Es así como vemos desfilar en estos relatos obispos, condes, duques, curas glotones y avaros, sacristanes, agiotistas, mercaderes, usureros que terminan en las garras de esos pelafustanes de carnes magras y mal nutridos, de ojos saltones por la malicia y la hambruna, de dientes escasos y renegridos por el abandono y la exclusión que les hace una sociedad en la cual no escogieron nacer. Son, para resumirlo,  “los pájaros tirándole a las escopetas”.

Este género literario vivió su esplendor y su decadencia y otras corrientes y el curso de la historia lo relegó a un más que injusto olvido, quedando con un enmohecido prestigio de literatura arcaica y un tanto anacrónica. De pronto la literatura costumbrista, algunos brotes dentro de la literatura urbana, ciertos referentes del “pulp”, han tomado elementos propios de ella y han tratado de reivindicar al “pícaro”, pero como elemento aislado, no como movimiento literario.

Es por eso que este libro que referenciamos, GAMBERROS S.A., es una rara avis en el panorama de la literatura colombiana. Cuando muchos de sus colegas están metidos de lleno en la novela histórica, sicológica o negra(que el autor también ha cultivado con acierto), Restrepo nos sale con una recopilación de historias de “pícaros, pillos y malevos” extraídos de las profundidades del barrio, de la esquina, de la cuadra, que tanto han nutrido sus novelas.

Según el autor, “el gamberro es un antihéroe literario, equivalente moderno del  protagonista del género de la “picaresca”. En ese orden de ideas, el gamberro es un pícaro, actúa y se expresa como tal y su proceder está marcado por acciones teñidas de astucia, falta de escrúpulos y desvergüenza; todo en su vida está determinado por el sino nefasto de su baja condición, que lleva a cuestas como un lastre que carga y le pesa de manera permanente y que caracteriza  todos sus actos, negándole de plano toda posibilidad de redención.
El gamberro es un resentido ante el mundo, pues  siente que sin ninguna razón, éste  ha sido cruel e injusto con él. El gamberro piensa que la sociedad tiene una deuda con él, que no tiene por qué respetarla, que los demás tienen que compensarlo, que de alguna manera ellos tienen la culpa de lo que le sucede en el día a día. El gamberro actúa con encono y envidia, se expresa con burla, su tono es venenoso e irónico, mantiene afilado el sarcasmo y es feliz ante el tropezón y el fracaso de su semejante.”

Restrepo enfatiza que su propuesta trata de anteponer la“picaresca a la sicaresca”, tan en boga en las publicaciones de las ‘últimas dos décadas, llenas de narcomiserias, capos y siliconas.

Este libro fue ganador de una convocatoria literaria del Municipio de Medellín en los estímulos del Presupuesto participativo de 2016 y fue publicado por Hilo de Plata editores, con una gran aceptación del público y los medios. (A propósito, una encomiable labor de apoyo a la cultura y a la creación artística en Medellín por parte de la Alcaldía, que permite dar a conocer el producto de muchos artistas que sufren del anonimato y la falta de patrocinio en los barrios de la Ciudad)

Y no es para menos. Es una deliciosa compilación de pilatunas y andanzas de una horda de pícaros y camajanes que hacen de las suyas en los barrios de Medellín, escritos en clave de humor, con un cuidadoso manejo del lenguaje, sin caer en las tentaciones del parlache y la ordinariez.

Es así como nos deleitamos del timo del día a día, en cabeza de familiares cercanos que aprovechan la confianza y la proximidad para asestar el sablazo y dejar sin blanca al pobre ingenuo que les “da papaya”, como ocurre en dos de los relatos, “Mi primer carrito” y “El primo y el timo”, o el fantasma que regresa de su tumba para seguir enseñorado de su rol de asesino en serie descrito en “Fantasmagoría”(picaresca en clave  de literatura de horror, con un aire de desencanto), o el bandido aficionado que tiene que matar, muy a su pesar, para sobrevivir en la selva de concreto, descrito en “Una llamada por cobrar desde el infierno”(Narración muy lograda que se la juega integrando otros géneros que el autor ha trabajado en libros anteriores, la crónica urbana, el negro,  lo costumbrista y hasta lo sobrenatural, entregando un cuento notable que se destaca entre los otros) o el estafador que se hizo célebre por elaborar gaseosa artesanal, muy bien definido en “Entre palmeras, ron y CocaCola”, o el tema recurrente de la chica que aprovecha el amor o la oportunidad para engrosar su cuenta de ahorros pintado en diferentes matices en “Mea culpa”, “Sin palabras” o “Historia de Adriana” , o el “pato” barrial mitómano que a punta de labia y oportunismo se las arregla para vivir sin tallarse mucho, planteado en ese divertimento de más largo aliento que es “B.J.” una novedosa y ambiciosa exploración del lenguaje cargada de ironía, o los graciosos y no tan graciosos estragos del narcotráfico en las pequeñas conciencias de unos muchachos de barrio que se muestra en “Pétalos” y en los capítulos de “Queridos muchachos” y cientos, sí, cientos de pilatunas de barrio en 18 historias que no dan tregua y nos hacen sonreír -en ocasiones carcajear- mientras nos pintan algunos rincones oscuros de una ciudad casi desconocida en sus laberintos y recovecos que ni siquiera sabíamos que existía. Porque es claro en este y en otros libros que Restrepo conoce sus rincones, los ha caminado y vivido y camina naturalmente en su entorno.

En respuesta al interrogante inicial, SÍ es posible escribir picaresca hoy en día, si se hace bien, si se toma en serio, si captura al lector, si hace un buen uso del lenguaje y explora sus posibilidades, si pinta la ciudad y el comportamiento humano, y a fe que Restrepo lo logra con acierto en esta obra, la muy bienvenida GAMBERROS S.A.

Muy recomendado este libro de Emilio Alberto Restrepo. Es una bocanada de aire fresco que nos arrebata una sonrisa, nos pone a pensar y nos recuerda que las buenas lecturas nos entretienen mientras nos ayudan a ser mejores seres humanos.


·         *El libro GAMBERROS S.A. fue publicado por Hilo de Plata editores, con el patrocinio del Municipio de Medellín en octubre de 2016 y fue ganador de un estímulo en la convocatoria de Presupuesto Participativo(PP) de la Secretarían de Cultura Ciudadana