Thursday, January 09, 2025

Cuentos de Emilio A. Restrepo en Agenda Cultural Alma Máter 326

 Agenda Cultural Alma Máter 326

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NÚMERO ACTUAL

Núm. 326 (2024): Cuentos...ocho

					Ver Núm. 326 (2024): Cuentos...ocho

Esta selección en la Agenda Cultural nos permite ingresar a universos narrativos distintos, a ficciones diferentes y a voces narradoras distinguibles, a lugares y tiempos que nos proporcionan el solaz del que habla Vivian Gornick en Cuentas pendientes: reflexiones de una lectora reincidente, cuando dice que “lo que procura la lectura es un alivio puro y duro del caos mental.

A veces creo que me infunde por sí sola valor para vivir, y lo ha hecho desde mi más tierna infancia”.
Que sea pues un cierre de año para ampliar nuestras fabulaciones personales con Luis Fernando Macías Zuluaga, Marcela Guiral, Jacobo Cardona, Estefanía Carvajal, Diana Patricia Díaz Hernández, Emilio Alberto Restrepo, Sandra Castrillón y Consuelo Posada y con la sorprendente obra de Rodrigo Mora, un narrador con palabras, un relator artista con imágenes.


Comparto con los lectores






























































Link:

https://revistas.udea.edu.co/index.php/almamater/article/view/359294/20817098


LA VENGANZA NUESTRA DE CADA DÍA*

EMILIO ALBERTO RESTREPO

 

 1

Ahora que lo pienso, mi relación con la venganza ha sido estrecha, ambigua, acaso dolorosa; me he regocijado con ella y la entiendo como una forma de conectarme con los que de una u otra manera no han sido buenos conmigo o con las cosas que respeto y valoro. Porque para mí nunca fue simple asimilar las desigualdades y los atropellos y quedarme así, como tan tranquilo. No me parecía justo, desde pequeño eso me irritaba.

Y no lo niego, mis primeros héroes de infancia fueron dos sujetos del barrio que asumieron la justicia por mano propia y me enardecieron mis fantasías en pos de lograr restaurar un equilibrio, en una sociedad que se mostraba inequitativa y arbitraria: el desvalido no tenía quién lo defendiera y lo reivindicara.

El primero fue aquel señor del sector de la Villa del Aburrá que empezó a matar taxistas en retaliación a lo que consideraba una falta total de cortesía de su parte hacia los habitantes decentes de la vecindad. Después se supo que tenía un cáncer terminal y cuando se sintió desahuciado, dejó desbordar el furor que le ocasionaban los abusos y empezó a provocarlos para tener una disculpa y cargarse a los más groseros, o a los que delinquían o eran atracadores o a los que aprovechaban la indefensión de los clientes. Muchos no estaban de acuerdo con su accionar, pero reconozco que en silencio lo admiraba y en el fondo quería ser como él. Al final se hizo matar en la mitad de un operativo, dedicado como estaba a hacerles pagar a los conductores el precio de su mal proceder. Murió en su ley. Asumió bajo su responsabilidad la vocería del ciudadano de a pie que quería reaccionar a los atropellos y no se atrevía y de su cuenta se levantó a una docena de tipos de mala vida y peores costumbres. Muchos lo admiramos desde nuestra orilla de pusilánimes sedientos de acción, pero carentes de valor.

El otro fue el abogado de los pastelitos envenenados. Ese era  malo y salvaje, pero me gustó su reacción; confieso que me produce una especie de regocijo todo lo que sea cobrarse las acciones viles de los malandros: al tipo le robaron de su carro un maletín ejecutivo que había dejado descuidado con unos papeles importantes; esto le ocasionó muchos problemas con sus clientes y con unos casos que llevaba y se le enredaron algunos negocios; entonces  decidió vengarse poniendo todos los días como carnada en el auto una caja de panderos  tachonados de veneno, en el mismo sitio donde le hicieron el primer robo. Le llegaron a robar hasta diez cajas de moros con cianuro. Cuentan las malas lenguas que ni novias, ni abuelas, ni madres se salvaron del cariñito, incluso hasta pequeñines cayeron por la gula. Al fin el tipo se fue para Bogotá a hacer carrera política, nadie lo relacionó con el asunto, pero muchos pagaron caro su falta de respeto por los bienes ajenos. Para mí, un paradigma, un verdadero ejemplo.

 

2

 

Después de que quedé reducido a la silla de ruedas por el accidente, una vez recuperado solía pasar tardes enteras en el balcón de mi apartamento, que da a toda la 80 con la canalización, al frente del semáforo. Por una razón que no entiendo, la mayoría de los motociclistas no quieren parar cuando está en rojo, antes aceleran, no importa si provocan una desgracia. Y eso es algo que me emputa de veras, me saca la chispa y me daña el día. Díganme si tengo o no razón, a mí, que estoy en ese estado por un irresponsable de esos. Entonces le copié el modelo a un inspector jubilado de Belén, que en las noches se dedicaba a dispararle a los viciosos del puente de la 74 cuando cogieron la costumbre de atracar ciudadanos que volvían tarde a casa. Mató varios, pero se calentó y se tuvo que abrir del barrio. Para mí era un teso, una especie de Charles Bronson de carne y hueso y si por mí fuera le besaba la mano, le pedía trucos para saber cómo le hacía, pero era un man muy serio y mala clase que no daba entrada.  Además, yo no tenía arma, solo un rifle de copas, pero con paciencia fui afinando puntería, me apoyaba en el muro y cuando veía que un vergajo de esos no respetaba la señal de pare, le disparaba. Al principio no le pegaba a ninguno, pero de a poco me fui volviendo una especie de francotirador, apostado entre dos materas que me hacían pasar desapercibido por si alguien me miraba desde afuera y empecé a atinarles al cuello, o a la espalda y más de uno trastabilló en el pavimento o se estrellaban contra un poste o fueron a dar de narices contra la parte de atrás de un bus. Que yo haya sabido, ninguno se mató, pero ver esas raspaduras me alegraba y mientras peor fuera el desbarajuste, más me emocionaba. Lástima no podérselo contar a nadie y al principio no caí en cuenta de filmar para gozarme cuando alguno de esos se despellejaba en el pavimento. Claro que alguna ayudita les hacía, pues en las madrugadas le daba propina a un vigilante que era de toda mi confianza para que esparciera arena y aceite en el cruce de las dos calles, para hacer más resbaloso el piso. El pelado era como medio apelotardado, me miraba sin entender mucho la situación, al parecer no se atrevía a preguntarme nada por ver lo tullido que estaba y aceptaba los billetes sin chistar y sin preocuparse de mis motivaciones. No se enteraba de lo que yo hacía en el día, pues él solo trabajaba de noche. Luego de dar en el blanco, de inmediato yo me bajaba de mi parapeto, escondía el rifle y me hacía el que estaba balconeando como si nada, lamiéndome el bigote cuando la víctima chillaba como un marrano ante el raspón o la fractura, ganada en franca lid con todo el merecimiento.

 

 

 

3

 

Mi mamá se empezó a dar cuenta de que yo mantenía un rifle en el balcón y se imaginó que para nada bueno lo estaría utilizando. Metiche como ha sido siempre, me lo confiscó por las malas y no pude volver a utilizarlo, entonces me quedé sin poder cascarles con balines a los motonetos. Pero ellos seguían pasándose el semáforo sin respetar la señal de pare y yo continuaba con mi rabia intacta y hasta empeorando. Ahí fue que empecé a jugar con los hologramas y de tanto cacharrear, en un tutorial  de YouTube aprendí a proyectar imágenes de realidad virtual. Es algo sencillo, se necesita un celular, una caja de disco compacto, unos acetatos, unas lámparas. Entonces fui desarrollando habilidades para reflejar representaciones espectrales con una especie de aspecto tridimensional que, a simple vista, en una primera mirada, lograban confundir al que pasara descuidado y se los encontrara de frente. Era como ver de súbito un fantasma, que en una primera mirada no se sabía si era real o imaginado, lo cierto era que estaba ahí de primerazo, como recién salido de la nada, como caído del infierno. No eran muy perfectas las estampas, es cierto que se veían algo distorsionadas si uno las observaba con detenimiento, pero de todas formas se lograba el objetivo, que era asustar y hacer que los irresponsables perdieran el control del aparato. Y funcionó, pues por mi situación me fui volviendo paciente y recursivo y a punta de ensayar me fui perfeccionando en el arte de la proyección de figuras. Fui descubriendo que la mejor hora era al caer la noche, que las motos seguían pasando sin contención, que el susto al que se enfrentaban al pasar de corrido y encontrarse con una aparición repentina de la imagen de una viejita o de una vaca surgida de la nada, sobre un suelo resbaloso era impresionante e inmanejable. Si no los tumbaba el susto del encontronazo, lo hacía el desequilibrio de soltar sus manos al saber que tenían que evitar el choque y de pronto matar a alguien o, mejor aún, cuando por esquivar pasaban al otro lado y se encontraban de frente con el peralte o con otro motociclista igual de raudo que ellos. No lo niego, fueron días felices, aunque reconozco que hubo varios que creo que se quebraron la cocorota y pasaron a mejor vida. No creo que nadie los extrañe mucho, pero mi mamá se estaba poniendo como escamosa conmigo, preguntaba que qué era tanto lo que hacía, horas enteras en el balcón, y empezó a presionarme para que me regulara por horarios, gracias a la sugerencia del doctor Pérez, que por aquel entonces era el psicólogo que me estaba dando apoyo. Hay que ser consciente, lo bueno es efímero, pero reconozco que aquel pasatiempo fue muy entretenido mientras duró. Y se hizo labor en lo que se pudo.

 

 

 

 

Pero lo mejor fue cuando aprendí a fabricar bombas caseras con carcasas de celular y empecé a dejar que me las robaran, me sentaba en mi silla a tomar el sol mientras me hacía el que hablaba desprevenidamente por el cachivache. Obviamente estaba fingiendo, les hacía pensar a los pillos que era un blanco fácil y dejaba que me arrebataran el móvil desde una moto que pasaba por mi lado, incluso me atracaron desde bicicletas y hasta domiciliarios a pie que corrían y me lo raponeaban. Esos miserables no se condolían de mi situación, por el contrario, se aprovechaban de ella, creyendo que habían goleado de lo botado que estaba, parapléjico y desvalido mirando al horizonte junto al semáforo. Esta ciudad está llena de malnacidos que se creen muy aviones. Peor pa´ellos.  Así me sacaba el clavo de cuando por robarme el teléfono tuve el accidente y quedé como quedé. Apenas justo.

Al principio lo hacía con una de esas panelas Nokia, las viejas y gruesas de pilas de litio, a los que les había puesto explosivo plástico con clorato de potasio, azúcar y aceite vegetal, con balines calibre 4,5 mm, que estallaban al rato de accionar el botón, por un papel aluminio que ponía en contacto los polos de la batería. Era una belleza, a los 10 minutos del robo se generaba un cortocircuito con recalentamiento que volvía mierda lo que estuviera en el radio de los 50 centímetros del aparato. Generalmente les explotaba en la mochila o en el bolsillo, lo cierto es que el daño era grave casi siempre, el boquete les quedaba para el resto de la vida o de la muerte, daba lo mismo por la gracia de Dios (en este caso de Alá, más afín al sistema utilizado y a este tipo de métodos).

Con la práctica me fui puliendo y en lugar de esas carcachas aparatosas y pesadas que no llamaban la atención de las ratas, aprendí a fabricar detonadores que se activaban a distancia con solo marcar el número del chip con un temporizador adaptado a un sistema LED. Suena enredado, pero créanme: en menos de 5 minutos las carnes de los rufianes se hacían trizas, moto incluida. Al final me gustaba verlos en átomos volando y antes de una cuadra me daba por accionar el botoncito para no perderme el espectáculo. Una fantasía. Una sofisticación, como dicen los muchachos, mera elegancia. Todavía nadie me ha relacionado con eso. Mi primo Martín me consigue los celulares y los materiales y cada vez me refino más en el arte. Mi mamá me mira con disipeto por la ventana y está lejos de sospechar que ando de talibán camuflado, con la ventaja de que ninguno ha vuelto para hacerme reclamos. Y andan muy alborotados. Me están jaloneando 3 y 4 por semana, a todos se atiende, no me encarto con ninguno. Es un hobbie que me está gustando cada vez más. Se entretiene uno y por los laditos va fumigando. Hay que sentirse útil pa´la sociedad...

*Este cuento fue publicado originalmente en el libro GAMBERROS S.A. ganador de la convocatoria modalidad cuento de la Secretaría de cultura ciudadana del Municipio de Medellín, presupuesto participativo 2016, 2 ediciones. (Hilo de Plata 2016 y Fondo editorial Uniremington, 2023.)

 

EL AUTOR EMILIO ALBERTO RESTREPO

 

Médico, especialista en Ginecoobstetricia y en Laparoscopia ginecológica (UPB, UdeA, CES, respectivamente). Profesor, conferencista de su especialidad. Autor de cerca de veinte artículos médicos. Ha sido colaborador de los periódicos La Hoja, Cambio, El Mundo, Momento Médico, Universocentro, Revistacronopio, Laterales Magazine y Ficción la Revista. Ha publicados novelas, colecciones de cuentos, libros de pedagogía y ensayo literario. Ganador y finalista en concursos de poesía, cuanto y novela. Autor de cerca de 20 libros, en su producción se destacan novelas de asuntos médicos y hospitalarios, novelas y cuentos de género negro y temática urbana, libros infantiles, pedagógicos y de ensayo literario. Con la Editorial UPB ha publicado, desde 2015, seis novelas de su personaje, el detective Joaquín Tornado. Su últimos libros, la colección de cuentos Un hombre solo y mal acompañado y la novela MEDICINA BAJO SOSPECHA, con editorial CES.

Entrevistas literarias:

https://emiliorestrepo.blogspot.com/2023/05/conversaciones-entre-escritores.html

Libros del autor:

https://emiliorestrepo.blogspot.com/p/libros-de-emilio-alberto-restrepo.html

 





La venganza nuestra de cada díaEmilio Alberto Restrepo

La venganza nuestra de cada díaEmilio Alberto Restrepo

Tuesday, December 17, 2024

PODCAST: HABLEMOS DE LITERATURA con HENRY AMARILES para la emisora UNRADIO

 PODCAST: HABLEMOS DE LITERATURA





Descripción de Entrevista -voz en el espejo. parte 1

Una entrevista del escritor colombiano EMILIO ALBERTO RESTREPO con el periodista HENRY AMARILES (2 veces ganador del premio Simón Bolívar de entrevista radial), para la emisora UNRADIO. Hablan de las influencias del escritor y el proceso de creación. Primera parte    22/9/2016 · 26:14   


     https://www.ivoox.com/entrevista-voz-espejo-parte-1-audios-mp3_rf_13012457_1.html





Descripción de ENTREVISTA -VOZ EN EL ESPEJO -PARTE 2

Una entrevista del escritor colombiano EMILIO ALBERTO RESTREPO con el periodista HENRY AMARILES (2 veces ganador del premio Simón Bolívar de entrevista radial), para la emisora UNRADIO. Hablan de las influencias del escritor y el proceso de creación. Segunda parte   22/9/2016 · 21:58        


  https://www.ivoox.com/entrevista-voz-en-el-espejo-parte-2-audios-mp3_rf_13012682_1.html




Wednesday, December 04, 2024

ZOO CUENTOS: HISTORIAS DELIRANTES DEL MUNDO ANIMAL

 

ZOO CUENTOS: HISTORIAS DELIRANTES DEL MUNDO ANIMAL







Muy contentos en el lanzamiento de nuestro libro infantil ilustrado y bilingüe ZOO CUENTOS: HISTORIAS DELIRANTES DEL MUNDO ANIMAL que trae 2 cuentos míos bellamente ilustrados por Sofia Velez @svelez_03: “De cómo les creció la trompa a los elefantes y De cómo se les formó la caparazón a las tortugas”
Producidos por @librosvalientesco con el apoyo del @culturantioquia se consiguen en Al Pie De La Letra Librería
Con estos cuentos, Sofía diseñó este libro y se hizo merecedora del premio Mundos mágicos de libro infantil ilustrado en 2024, en la convocatoria de proyectos literarios del Instituto de cultura y patrimonio de Antioquia, de la Gobernación del departamento


















Sinopsis

Este sería el primer número de la serie y contiene 2 cuentos cortos con teorías humorísticas

sobre zoología:

DE COMO SE LES FORMÓ LA CAPARAZÓN A LAS TORTUGAS:

Las tortugas, cuando fueron creadas, no tenían caparazón. Eran parecidas a las lagartijas;

al moverse con lentitud, eran presa fácil de los depredadores y en todo momento se exponían a

ser devorados por ellos, pues su carne era suave y los cazaban sin ninguna dificultad.

Como se descubrieron en peligro de ser extinguidas, empezaron a desarrollar estrategias para

resistir el ataque de los otros animales. Probaron múltiples métodos, hasta que

descubrieron el definitivo para no ser presa fácil de los enemigos,  que en todo

momento trataban de convertirlos en objeto de su apetito.

DE CÓMO LES CRECIÓ LA TROMPA A LOS ELEFANTES:

Al principio de los siglos, cuando fueron creados, los elefantes eran en casi todo idénticos

a como los conocemos hoy en día, a excepción de la trompa, que no era larga, era como

un hocico de un jabalí, siendo un poco más corta que la de un tapir.

Esto no les ocasionaba ningún problema, estaban adaptados a ser como eran, y los pocos que había, sobrevivían sin dificultad. Empezaron a notar un inconveniente: no alcanzaban fácil los productos que se producían en los árboles y además sus 4 extremidades eran muy rígidas, carecían de agilidad para movilizar objetos, para defenderse, e incluso para acariciar a los hijos, amigos y parejas. Pensaron que debían de hacer algo y empezaron a ver como desarrollaban un brazo mas delgado y ágil. El cuento narra las peripecias que tuvieron que vivir para finalmente lograrlo.













































InicioCultura"La medicina como fuente inagotable de historias": Emilio Restrepo combina ciencia y...

«La medicina como fuente inagotable de historias»: Emilio Restrepo combina ciencia y literatura

Tomado de: https://ifmnoticias.com/la-medicina-como-fuente-inagotable-de-historias-emilio-restrepo-combina-ciencia-y-literatura/#google_vignette

 

Médico de profesión y escritor por vocación, Emilio Restrepo ha construido un puente  

entre la medicina y la literatura, convirtiendo sus experiencias clínicas en relatos

cargados de humanidad, drama y reflexión.

 

En esta entrevista, por motivo de la conmemoración del Día del Médico, el autor de

más de 20 libros reflexiona sobre su trayectoria, su amor por contar historias y su más 

reciente incursión en la literatura infantil.

 

¿Cómo es tu relación entre la medicina y la literatura?

«La medicina tiene un componente humanístico que acerca al ser humano, a su esencia,

 a sus conflictos con la enfermedad y su relación con el mundo. Ese entorno hospitalario

 es profundo, inaudito y muchas veces sorprendente, lo que lo convierte en una 

fuente inagotable de inspiración para escribir. Para mí, la medicina ha sido un insumo que

alimenta mi imaginario y me da temas que conectan con la esencia del ser humano».

 

¿Qué obras has publicado que se relacionen con tu profesión?

«Mi primera novela fue Crónica de un proceso, que trata sobre el impacto de los

procesos médico-legales en los médicos y pacientes. Luego vino la Trilogía perversa

de la salud, con libros como El pabellón de la mandrágora, ganador de un premio de

novela en 2005; Nos robaron la clínica, que habla sobre la absorción empresarial de

las clínicas; y Medicina bajo sospecha, que narra historias de demandas médicas.

Estas obras exploran las tensiones éticas y humanas en la práctica médica, temas que 

considero cruciales y fascinantes».

 

¿Qué te motiva a escribir?

«Siempre he estado obnubilado por las historias que desnudan la esencia del ser

humano. Ahora que estoy cerca de la jubilación, la literatura ha tomado un papel

central en mi vida. Estoy cursando una maestría en literatura, no solo para aprender

a escribir mejor, sino para leer de manera más profunda. Escribir se ha convertido en

mi forma de explorar, reflexionar y transmitir lo que encuentro fascinante en la vida

y en las personas».

 

¿Por qué la lectura es tan importante para ti?

«La lectura nos abre puertas a universos inimaginables, alimenta el conocimiento y

 enriquece el espíritu. Leer permite analizar, reflexionar y entender el mundo de maneras

 más profundas. Por eso trato de transmitir esta pasión a quienes me rodean. Para mí,

 leer y escribir son actos de exploración y descubrimiento constante, indispensables

para crecer como ser humano y como narrador de historias».

¿De qué se trata tu más reciente proyecto en literatura infantil?

«Mi último libro es un proyecto ilustrado en español e inglés que busca responder,

con humor y creatividad, preguntas sobre biología para niños, como cómo les creció

el cuello a las jirafas o la trompa a los elefantes. Lo trabajé junto a la ilustradora

Sofía Vélez, quien capturó la esencia del texto con trazos precisos y coloridos.

El libro ha tenido una gran acogida y estamos explorando más historias para continuar

con esta serie».

Emilio Restrepo no solo ha sabido encontrar historias donde otros ven rutina, sino que

ha logrado compartirlas con una perspectiva única que entrelaza ética, creatividad

y emoción. Su obra es un llamado a explorar el mundo, ya sea desde un quirófano o

las páginas de un libro.

Galería de fotos: 




























 

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Zoocuentos, nuevo libro de Emilio Restrepo


Zoocuentos, nuevo libro de Emilio Restrepo

Publicado en:

https://juanpaz.net/zoocuentos-nuevo-libro-de-emilio-restrepo/

  10 diciembre, 2024

El escritor antioqueño Emilio Alberto Restrepo, viejo conocido de esta página 

periodística sacó un nuevo libro, conjuntamente con la ilustradora Sofía Vélez,

ganador de la convocatoria de la Gobernación en el Instituto de Cultura y 

Patrimonio de Antioquia


Se trata de Zoocuentos: Historias delirantes del Mundo Animal. Contiene 2 cuentos 

bilingües bellamente ilustrados y fue publicado gracias al apoyo de Libros Valientes


¿Como fue el desarrollo de los libros, qué le motivó a escribirlo? 


El volumen que se va a publicar compila dos cuentos infantiles ilustrados bilingües. 

El primero se llama DE CÓMO LE CRECIÓ LA TROMPA A LOS ELEFANTES y 

el segundo DE CÓMO SE LE FORMÓ LA CAPARAZÓN A LAS TORTUGAS.


Es un intento de aproximarse de manera jocosa y lúdica a la literatura infantil 

para tratar de captar su interés buscando que se motiven desde pequeños por 

las historias, por la literatura, por las ilustraciones, por el arte en general, al mismo 

tiempo que se hace un pequeño intento de fomentar el bilingüismo.


Ambos trabajos se unieron en un solo libro y la diseñadora gráfica Sofía Vélez 

Correa, una destacada egresada de Bellas Artes que vive en Caldas y el diseño 

del libro, hizo todas las ilustraciones y configuró la propuesta para la convocatoria 

del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia en el capítulo del libro infantil 

ilustrado, con la buena fortuna de que fue escogido como ganador.


Al mismo tiempo, la editorial Libros Valientes, especializada en literatura infantil 

y juvenil, hizo una bellísima edición cómo producto final de dicha convocatoria. 

Estamos felices con el resultado.


¿Qué objetivos o motivaciones tenía al momento de postular los cuentos a la convocatoria?


Desde hacía mucho tiempo yo venía interesado en la literatura infantil y en 2013 

había publicado con la editorial Uranito de Argentina un libro ganador en la convocatoria

 que hicieron con un cuento llamado DE CÓMO LES CRECIÓ EL CUELLO A LAS 

JIRAFAS que fue publicado en Chile, Uruguay y Argentina e integrado a los 

ministerios de cultura y a los planes de lectura de dichos países.


Ante la buena aceptación del libro decidí explorar esa faceta tan interesante, tan creativa 

y tan juguetona de la literatura infantil, un poquitico en contravía del otro tipo de literatura

 que he hecho toda la vida fundamentalmente género negro, novela hospitalaria, 

además de cuentos y crónicas urbanas. Puedes conocer más de mis libros aquí:


http://emiliorestrepo.blogspot.com.co/p/libros-de-emilio-alberto-restrepo.html


Le cuento que además de escritor y médico soy egresado de la especialización de 

literatura comparada de la Universidad de Antioquia y nuestra facultad y actualmente 

estoy estudiando Maestría en Literatura en la UPB.


¿Cómo las ilustraciones fueron fundamentales en este proceso?


Las ilustraciones captan de manera precisa y dinámica el espíritu del texto. Los relatos 

están llenos de giros y de pequeñas aventuras que tratan de fidelizar a los pequeños 

lectores y los dibujos de Sofía dan cuenta de lo que se narra en el texto de una

manera sorprendente y muy divertida.


¿Cuándo le notificaron de este logro que obtuviste en la convocatoria? ¿Qué viene a 

futuro con el apoyo por parte del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia que se te 

dará? 


Si bien los dos somos autores del libro, yo del texto y Sofía de las gráficas y del 

diseño, la propuesta se hizo a su nombre desde el municipio de Caldas, donde 

originalmente reside. Los resultados fueron publicados en la página de la convocatoria 

y en una carrera contra el tiempo de común acuerdo con la editorial, los editores

 y la diagramadora se llegó al proceso final de publicación del libro del cual quedamos 

muy orgullosos.


Se han hecho varias socializaciones en diferentes municipios y a través de las redes 

sociales para que la gente conozca el proceso creativo de los autores antioqueños 

y el gran apoyo que el Instituto de Cultura hace con las personas que de otra manera

 no nos quedaría fácil publicar nuestros textos. Tanto los autores, Sofía y yo como la 

editorial estamos muy interesados en seguir por este camino de búsqueda creativa 

de una literatura enfocada en los niños y en los próximos meses estaremos enfocados en 

nuevos proyectos, incluso ya nos propusieron hacer una reedición del libro de las jirafas.


¿Qué mensaje le gustaría dejar a las personas que les interesa la literatura?


El mensaje es muy simple y parte de esta hermosa experiencia: hay que leer escribir, 

conversar, tratar de sacar adelante los proyectos, creer en la creatividad, creer en 

el poder dignificador del arte, porque mientras un niño esté leyendo y escribiendo

no está tramando asuntos que después desvíen su camino.


Hay que buscarle salida a las obras, que ellas se encuentran su propio camino y en 

este caso gracias al apoyo del gobierno, sin ningún tipo de ayudas externas hemos 

consolidado el sueño de sacar un bello libro de literatura infantil ilustrado y 

bilingüe que estamos seguros va a ser de mucha utilidad para las nuevas 

generaciones de lectores.


A los que quieran adquirir el libro, me pueden escribir a emiliorestrepo@gmail.com 

o a al WS 3113085977


Incluyo algunas entrevistas con escritores:

 https://emiliorestrepo.blogspot.com/2023/05/conversaciones-entre-escritores.html 


MAS LIBROS DEL AUTOR:


http://emiliorestrepo.blogspot.com.co/p/libros-de-emilio-alberto-restrepo.html

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Universidad de Antioquia


Egresado de la Especialización en Literatura Comparada: Arte y Literatura de la FCF gana la convocatoria del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia.



Medellín, 26 de noviembre de 2024

Por: Ivan Felipe Adans Camargo, estudiante del pregrado en Periodismo

Lee la nota completa aquí: https://acortar.link/rWuWVa


El próximo 30 de noviembre se celebrará en la Casa de la Memoria en Medellín la premiación de la convocatoria realizada por el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia, donde Emilio Alberto Restrepo Baena, egresado de la Especialización en Literatura Comparada: Arte y Literatura logró ganar esta edición con su libro titulado Mundos Mágicos, un libro de cuento infantil que contó con el trabajo ilustrativo de Sofía Vélez Correa, también autora del mismo.

 

Esta noticia de su logro la conoció el autor consultando la página de la convocatoria.

 

 

Asimismo, con el apoyo de Libros Valientes Editorial logró publicar su obra Zoocuentos: Historias Delirantes del Mundo Animal, la cual compila dos cuentos infantiles ilustrados bilingües. Para Emilio esta obra “Es un intento de aproximarse de manera jocosa y lúdica a la literatura infantil para tratar de captar su interés buscando que se motiven desde pequeños por las historias, por la literatura, por las ilustraciones, por el arte en general, al mismo tiempo que se hace un pequeño intento de fomentar el bilingüismo”.

 

Tras la publicación de esta obra, el autor y la autora han realizado varias socializaciones en diferentes municipios del departamento de Antioquia, por otro lado, le han apostado a dar a conocer la obra a través de las redes sociales, donde además se discuten de los procesos creativos así como los apoyos que reciben las y los autores antioqueños. Emilio asegura que, “Sofía y yo como la editorial estamos muy interesados en seguir por este camino de búsqueda creativa de una literatura enfocada en los niños y en los próximos meses estaremos enfocados en nuevos proyectos”.

 

Cabe destacar que, anteriormente, el autor ya había realizado varias publicaciones, tales como Dé como les creció el cuello a las jirafas, publicado en el 2013 con la editorial Uranito de Argentina y que tuvo gran aceptación en Chile y Uruguay. Obra que se integró a los ministerios de cultura y a los planes de lectura de dichos países.

 

Emilio destaca la importancia de la lectura, la escritura y la conversación como herramientas para fomentar la creatividad y el desarrollo de proyectos. Se subraya el valor del arte como un medio dignificador, especialmente para las y los niños. Además, menciona el logro de publicar un libro de literatura infantil ilustrado y bilingüe, que se espera sea de gran utilidad para las nuevas generaciones de lectores/as.


 

Desde la Facultad de Comunicaciones y Filología, felicitamos a Emilio por sus destacados logros literarios y le deseamos el mayor de los éxitos en los proyectos que emprenda.

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 LANZAMIENTO DEL LIBRO, ENTREVISTA DEL EDITOR CON LOS AUTORES: